sábado, 16 de marzo de 2013

EL LUNFARDO LLEGA A LA CAPILLA SIXTINA


Escribe Walter Ernesto Celina
16.03.2013
Las religiones no forman parte de mi credo. Sin  embargo, han ocupado y continúan siendo parte  de mis reflexiones y análisis. No para la situación a que me referiré, que rozaré apenas incidentalmente. El andarivel ahora escogido es, en cierto modo, inusitado.
A veces resulta difícil escindir los perfiles políticos medulares de ciertas personalidades de algunas de las predisposiciones con que públicamente se muestran. Al punto que estas -muchas veces- encubren las primeras.
Me referiré a quien acaba de acceder a la butaca vaticana: el prelado argentino Jorge Bergoglio, que se identificará en su nuevo rango como Francisco I.
Este hombre ha sostenido que “el aumento de la pobreza tiene sus causas en políticas inspiradas en formas de neoliberalismo que consideran las ganancias y las leyes de mercado como parámetros absolutos en detrimento de la dignidad de las personas y de los pueblos.” Se ha manifestado opuesto a la despenalización del aborto bajo ciertas condiciones, así como al matrimonio homosexual. Se le sospecha de benevolencia hacia la dictadura militar de los Vidella. La secretaria papal lo ha desmentido, atribuyendo los cargos a la “izquierda anticlerical”. El periodista Horacio Verbitsky lo vuelve a acusar desde el diario argentino Página 12. El ex sacerdote y Premio Nobel Pérez Esquivel lo exculpa. Teólogos de la liberación lo miran con indulgencia. Un capítulo bastante cercano tiene que ver con su postura a favor del sector económico del ruralismo, contra propuestas redistributivas kirchneristas.
Escenas muy contradictorias, sobre las que parecen caer las hojas de un  libro olvidado: “La historia política de los papas”, del Dr. Celedonio Nin y Silva (1), sin borrar actos menos antiguos, protagonizados por Pío XII o Juan  Pablo II.
Bajo las fabulosas escenas renacentistas, que miraban como testigos mudos desde las paredes de la Capilla Sixtina, un puñado de representantes de varias nacionalidades -con ausencia total del voto popular-, sufragaron en secreto para ungir Papa a un cura de la latitud platense. Algo bien extraño a la tradición de la Iglesia Católica Apostólica Romana.
Además de lo ya descripto, el ahora Papa Bergoglio aúna el haber deambulado por barrios pobres, ser partícipe de fiestas futboleras y eventos populares en los que el tango campeaba, teniendo la costumbre criolla de tomar mate.  
En medio de estas circunstancias, que encienden el espíritu religioso de la comunidad católica, el periodista argentino César Tamborini Duca (radicado en España y responsable del portal www.pampeandoytangueando.com) puso proa al lunfardo y dedicó al novel pontífice el poema que se leerá.
Me parece interesante rescatar esta forma de construcción en poesía y el manejo de términos originales que van escapándose del uso frecuente.
Del texto no comparto que Gardel tuviera una nacionalidad ajena a la uruguaya y me abstraigo de la cuestión propiamente religiosa.
Así entró nuestro lunfardo en la hermosa Capilla Sixtina:


POEMA PARA FRANCESCO I   
Decíme vos, che, Bergoglio
quién te nominó pa’ Papa
batí por Dios si Jesús
intercedió ante su viejo.
Vos tenés la rea estampa
que Discepolín creó,
la misma que Homero vió,
y el payador de la Pampa.
Parlá en latín con los gringos
y en lunfardo con los reos
que el canto del benteveo
sobre el lomo de los toros
mancuse de todos modos:
tu trajinar con los pingos
como Gardel, que era gringo;
tus veleidades tangueras
con cortes y con quebradas;
y tu Santo que en el fóbal
fue un cura que se apodaba
Lorenzo, y en Boedo estaba
-un barrio fenomenal-.
Balconeando directrices
de San Ignacio apostaste
en defender la moral
que estaba como en corral
y por eso te jugaste
la partida sin matices:
¡a una sola carta envido,
al pobre ayudo y convido!
Baten que Dios convino
en proclamarse argentino,
por eso creó a Gardel
y a Evita, con mucho tino,
a Fangio le dio cartel,
a Diego mano bendita
y a Messi en agua bendita
lo bautizó goleador.
A vos Bergoglio te puso
de gaucho para el rebaño,
pa’ impedir que le hagan daño
con pensamientos obtusos
los maulas que con dinero
arremeten contra el pobre
-afanándoles los cobres
que gana con su sudor-
como negando valor
al pan que dará a sus hijos
el mismo que Dios bendijo
y el malandra con sus vicios
de furcador insolente
-guante blanco e indolente
le arrebata con codicia-
pa’ conseguir con astucia
guillando en maniobra sucia
su cabalete a la gurda.
Tené cuidado ¡dequera!
del gárrulo, mancusador
que en la primera ocasión
sin “arzobispo” ni “cabra”
caloteará sin rubor
al belinún farabute.
Y ayudá a los poligriyos
que forman el sabalaje
da lo mismo que sea grela
o el cusifai sea garabo
que cuando aprieta la hambruna
no elige rubio ni bruna,
haiga sol, esté la luna
labre surcos con su arado
haga fiaca o esté en vela
da igual, el que se desvela
pensando en su triste sino,
que el que solo piensa en vino
y al palenque ata su pingo
del boliche los domingos.
Yo no te quiero esgunfiar
pues que te estriles no quiero,
vivimos momentos fieros
y vos sabrás comprender
que solo pido porfiar
para un camino emprender
con amor y con justicia;
que se acaben los corruptos
ladrones que en modo abrupto
promueven vida ficticia
actuando con estulticia.

Algunos términos lunfardos:
MANCUSAR:  Hablar    /    BALCONEAR: ver, observar    /    BATIR: decir, delatar    /    MAULA: cobarde    /
AFANAR: robar    /    MALANDRA: delincuente    /    FURCADOR: ladrón (utiliza la maniobra de ‘furca’, del it. horca)   /
GUILLAR: robar dinero con engaños   /   CABALETE A LA GURDA: bolsillo lleno  /  DEQUERA: advertencia ¡cuidado!   /
GÁRRULO: charlatán    /    ARZOBISPO: cortafrío    /    CABRA: palanquita    /    CALOTEAR: robar, estafar    /
BELINÚN: papanatas, tonto    /    FARABUTE: informal, insignificante// alcahuete,     /    POLIGRIYO: hombre pobre   /
SABALAJE: conjunto de gente de baja condición social (de “sábalo”, pez de carne poco apreciada)  /  GRELA: mujer  /
CUSIFAI: persona innominada (de la conjunción de “coso” y el it. “fai”)    /    GARABO: hombre  /  FIACA: desgano     /
ESGUNFIAR: fastidiar    /    ESTRILARSE: enojarse

Nota:
(1): Ilustre anotador y comentarista del Código Civil de Uruguay