viernes, 18 de diciembre de 2009

ELOGIO DEL TANGO

TROILO EN 100 CAPÍTULOS
Escribe Walter Ernesto Celina
waltercelina1@hotmail.com – 14.12.2009

Aníbal Troilo (Pichuco) es una de las esencias más perdurables del tango.
Para hablar de él se han juntado dos plumas: la de nuestro compatriota Horacio Arturo Ferrer y la del maestro argentino José Gobello (Belgo).
Véase lo que aporta este último, con su ilustrativo comentario:

“Nuestro académico de número (1) Don Horacio Arturo Ferrer podría adjudicarse así mismo aquella conmovedora confesión de Ovidio (Tristes, IV, 10): Quidquid tentabam dicere versus erat, “todo lo que intentaba escribir era poesía.
De retorno de una de sus presentaciones triunfales en Europa, Ferrer da a conocer ahora esta obra sobre Troilo, hecha a lo grande. Nada hace Ferrer que no sea a lo grande, como los mil versos para Picasso que tiene en gateras.
Hay en este homenaje literario a Troilo recuerdos, anécdotas, valoraciones, admiraciones, crítica, historia mayor e historia menor… Pero ¡caray!, todo lo que intenta escribir siempre resulta poesía.
Así como Troilo dijo de Gardel que no era que su canto tuviese ritmo, porque el ritmo era él mismo, de Ferrer puede afirmarse que no se trata de que todo le salga poesía, sino que él mismo es la poesía.
Los cien capítulos que dedica a Pichuco, más una antología en CD y, todavía, de yapa, ciento veinte fotografías memoriosas, impagables, nos ofrecen, es claro, un Troilo cabal y multirostro, de quien los puñales de hielo con que nos desgarraba su derecha me persiguen como el ensimismamiento de quien estaba pensando en su propia alma, que se le escapaba por los dedos.
Leo a Ferrer y siento sus páginas como una verdadera almografía personal. Cien capítulos sobre Troilo son también cien capítulos sobre Ferrer.
Me cito a mi mismo. En mi poesía “A Misael” digo de lo que yo mismo escribo que, cada cuartilla es la fotografía que me muestra distinto e inmutable. También, inmutable y distinto se muestra Ferrer, ya se refiera a Pichuco, a Picasso, a Woody Allen, a la última grela o al colifato que ve a la Luna rodando como un queso de bola sobre el smog de la Avenida Callao. BELGO.”


(1): Referencia a la Academia Porteña del Lunfardo.

ELOGIO DEL TANGO

EL MAESTRO JOSÉ GOBELLO
Escribe Walter Ernesto Celina

waltercelina1@hotmail.com – 13.12.2009

El año se cierra con el extraordinario reconocimiento hacia el tango y el candombe como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
La distinción, conferida por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura), abarca el área de los países platenses.
La decisión, obviamente, llena de gozo a los cultores de las dos modalidades musicales. Cubre el extenso espectro de intérpretes, compositores, músicos, arregladores, vestuaristas, alcanzando a estudiosos y diletantes. Un mundo multicolor y creativo por el que se muestra la sensibilidad compartida de las comunidades argentina y uruguaya.
En un plano más íntimo, aunque igualmente significativo, un ilustre intelectual argentino, Don José Gobello (Belgo), celebró sus 90 años.

Estuvo rodeado por sus colegas de la Academia Porteña del Lunfardo y otras personalidades.
Recibió el título académico de Periodista Honoris Causa del Instituto Grafotécnico, decano en Argentina en la formación de comunicadores.

Para la reedición de Lunfardía, en que Gobello examina con erudición brillante las peculiaridades idiomáticas de expresiones allegadas al tango, el uruguayo Horacio Arturo Ferrer pudo manifestar, entre otros conceptos:
Nombre consular, entre nombres con historia y lustre en el registro íntimo y público de la Academia Porteña del Lunfardo, donde oficia sermones paganos con elegancia pausada y elegidas palabras de la Real Academia Castellana.
…Estilista de prosa delicada y contundente e inconfundible, tal que la lectura de esa prosa trajera siempre aparejada su voz cálida y seductora, su voz de cantor con el ritmo tomado del saber mucho y con la música pedida a las ideas y a la armonía de las ideas.
…Numen de esta Lunfardía que esclarece en las esquinas con luz de faro, que va para medio siglo que alumbra y da fecha al habla de la furca y la ganzúa, el bandoneón y el lirismo soberbio de nosotros los reos.

El preclaro homenajeado es uno de los nombres imprescindibles para acceder al cofre que guarda los secretos de la vitalidad universal del tango.


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lunes, 14 de diciembre de 2009

ELOGIO DEL TANGO

RIMAS ROMÁNTICAS Y LUNFARDAS
Escribe Walter Ernesto Celina
waltercelina1@hotmail.com – 12.12.2009

La ciudad de Tacuarembó acaba de discernir un título honorífico a la investigadora gardeliana Sra. Martina Iñiguez en mérito a sus contribuciones ratificatorias de la nacionalidad uruguaya de Carlos Gardel.
Reservo para otra oportunidad un comentario sobre la adjudicación del GARDEL DE ORO a la galardonada, para centrarme en otra arista de su personalidad.

La intelectual correntina, radicada en Buenos Aires y asidua visitante de Uruguay, incursiona de modo feliz en el campo de la poesía, siendo cultora de la letrística lunfarda, forma literaria de compleja y no frecuente articulación.

Ricardo Ostuni, prologando Veinte Poemas de Lunfaumor y una Canción Desafinada decía, a fines de 1993: Es alentador este primer libro de M. I. Preanuncia otros de creciente calidad.
La soltura con que maneja el arduo endecasílabo del soneto (1) es una muestra de su baquía poética. El Grupo Poesía de Buenos Aires expresa su máximo alborozo por esta iniciación.

Y razón tenía el distinguido comentarista. En 1998 M. I. hace conocer sus Rimas de...Mentes (Al estilo de Gustavo Adolfo Bécquer).
Cabe ubicar, sucintamente, al poeta español (1896-1870). Se le considera el exponente máximo del romanticismo ibérico y un lírico de excepción.
Sus versos están contenidos en sus famosas Rimas, en tanto su refinada prosa se encuentra tanto en Cartas, como en Leyendas.
En Si tenés un ojo negro M. I. toma la Rima XIII del español, la transcribe -para recordárnosla- y, luego, estampa la suya. Exhibe capacidad e ingenio para la composición y nos transfiere una página de humor disfrutable.

RIMA XIII ORIGINAL

Tu pupila es azul, y, cuando ríes,/ su claridad suave me recuerda/ el trémulo fulgor de la mañana/ que en el mar se refleja.
Tu pupila es azul, y, si en su fondo/ las transparentes lágrimas en ella/ se me figuran gotas de rocío/ sobre una violeta.
Tu pupila es azul, y, cuanto más lloras,/ como un punto de luz radia una idea,/ me parece en el cielo de la tarde/ ¡una perdida estrella!


RIMA LUNFARDA
Tenés un ojo negro y tu sonrisa/ muestra un agujero nuevo que recuerda/ a un choclo masticao por un gusano/ que tiene buenas muelas.
Tenés un ojo negro, si lo abrieras… ¡pavada de mirada franelera!/ Se me hace que debieras, a tu párpado,/ ponerle una chuleta.
Tenés un ojo negro, ya no llores,/ vos sos de los que a golpes no escarmientan/ ¡No es la primera vez que en el boliche/ te fajan por curdela!

NOTA (1) Y LÉXICO

Soneto: Poesía de 14 versos endecasílabos. Endecasílabo: Palabra de 11 sílabas.
Franelera: Acariciadora, excitante. Fajar: Golpear, pegar, castigar. Curdela: Borracho.


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