Escribe Walter Ernesto Celina
walter.celina@adinet.com.uy
- walter.celina.hotmail.com -19.09.2012
Un
repertorio inusual, de auténtica jerarquía artística, unió a dos compositores
separados por un tiempo de dos siglos y medio.
Las
8 Estaciones llegaron al Teatro “Solís” transportadas por el
Ballet Contemporáneo del Teatro San
Martín, de Buenos Aires.
Las
Cuatro Estaciones de Antonio Vivaldi
(1678-1741) y las Cuatro Estaciones Porteñas de Ástor Piazzolla (1921-1992) no se
conjuntaron por un golpe de azar.
Tienen
un prolegómeno muy interesante. La fusión de las dos obras musicales había
excitado la imaginación del experto musicólogo ucraniano Leonid Desyatnikov,
director del Teatro Bolshoi, de
Moscú. Pero fue Mauricio Wainrot, director del ballet porteño, quien en el año
2000 encontró, en Amberes (Bélgica), un disco compacto con las 8 Estaciones. La grabación correspondía
al violinista Gidon Kremer. El hallazgo fascinó al coreógrafo, quien se dio a
la labor de diseñar una danza moderna, armonizada con las dos notables partituras.
Sobre
aquella interpretación, montó el espectáculo que moviliza unos treinta
bailarines de ambos sexos, más maestros en técnicas clásicas y modernas, coreógrafos
asistentes, videístas e iluminadores y una plantilla de otros especialistas. El
equipo cuenta, como directora asociada, con la prestigiosa figura de Andrea
Chinetti.
Eludo
enunciar el impresionante currículum profesional de Wainrot. Destaco la
movilización constante de una hora y diez minutos en que el elenco, de modo
casi perfecto, realiza bellísimos movimientos. Ora trasuntando la intensidad de
los tiempos en que Vivaldi como Piazzolla aplican sus soberbias energías, ora
desatando inolvidables tersuras melódicas.
La
temática signada por este Opus 8,
desde el nuevo milenio había imantado a la Orquesta de Cámara de la Scala de Milán, la que
llevó estos sonidos a varios países europeos.
Ahora
el ensamble del Teatro San Martín rompió aquel molde, con este trabajo pionero.
Incluidos
en 1725 dentro de la antología El desafío de la Armonía y de la Invención , los
cuatro conciertos de Vivaldi son considerados pilares de la música clásica. El
compositor describe en estas piezas fases de la naturaleza que aluden a los
despertares y se tensan en las hostilidades. Las Cuatro Estaciones Porteñas
de Piazzolla se escribieron entre 1964 y 1970. Reúnen elementos propios del
tango, ritmos de jazz y acentos clásicos. Si la música es un bien universal,
digamos también que esta contribución bonaerense, universaliza la emoción y
magia de lo rioplatense.-
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